JUAN PEDRO DE LA TORRE. Motoworld.es 2 de noviembre de 2024
Todos los que estamos relacionados con el mundo del motociclismo, y en particular con el de la competición, tenemos un especial vínculo con Valencia, por eso la tragedia que se está viviendo en estos días en la Comunidad Valenciana nos toca muy de cerca. Y la familia del Mundial de MotoGP, en la que hay un gran número de valencianos, lo está sufriendo con angustia, porque esta catástrofe le ha pillado a miles de kilómetros de su tierra.
Los gestos de solidaridad no han tardado en hacerse llegar, y ha sido un equipo de casa, el Aspar Team, quién si no, el que ha dado el primer paso para intentar recabar ayuda que pueda paliar en cierta medida el terrible quebranto en el que ahora se encuentran miles de familias valencianas.
El Aspar Team, en colaboración con GoFundMe, ha lanzado una campaña para ayudar a los damnificados, brindando apoyo inmediato y esperanza a quienes más lo necesitan. Se puede donar aquí:
Cada donación está respaldada por la garantía del propio equipo, que se asegurará de que los fondos lleguen directamente a los afectados por esta crisis, ya que se necesita con urgencia alimentos y agua potable, refugio temporal, medicinas y transporte para los afectados y suministros. Como dicen en su comunicado, no importa la cantidad, cada donativo cuenta. Con tu ayuda, la solidaridad se convierte en acciones concretas.
La solidaridad motociclista no es algo desconocido para los valencianos. Ahora que todavía seguimos conmocionados por los estragos de esta DANA, en ocasiones diferentes medios se ha evocado la tragedia de las inundaciones producidas el 13 y 14 de octubre 1957, que provocaron la crecida del río Turia, con dos grandes riadas que causaron 81 muertos y el colapso en Valencia capital.
Entonces también hubo una ola de solidaridad, intentando recabar ayuda para los damnificados, y el motociclismo fue uno de los primeros en reaccionar. Días después de la tragedia, el piloto madrileño Demetrio del Val, que fue campeón de España de sidecares en 1956 y 1957 haciendo equipo con su hermano Carlos, presenta a la junta directiva del Real Moto Club de España (RMCE) una relación de pilotos que están dispuestos a correr de forma gratuita en una competición y así recaudar fondos para ayudar a los damnificados por la tragedia.
El club presentó la propuesta al Ayuntamiento de Madrid, solicitando la autorización para realizar la citada carrera en el Retiro, donde desde 1949 ya se venía disputando el Premio Internacional de Madrid, coincidiendo con las fiestas del patrón local, San Isidro. El Ayuntamiento dio el visto bueno, y sólo seis semanas después, el 8 de diciembre, se disputó el I Premio de Otoño de Velocidad. Los ganadores en aquella ocasión fueron Jaime Bordoy (Montesa) en 125 serie, Ricardo Quintanilla (Montesa) en 125 competición, y el valenciano Paco González (Norton), en 500. Toda la partida económica prevista para los premios de los pilotos se destinó a los damnificados.
Así fue la primera edición de una carrera clásica en Madrid, el Premio de Otoño, que realizó en 1959 su segunda edición, adquiriendo carácter internacional desde ese momento. Además, el Premio de Otoño se convirtió en un instrumento de solidaridad, mostrando el carácter colaborador del mundo motociclista. En esa segunda edición se destinaron los premios a la Campaña Pro Vivienda del Necesitado, que recaudaba fondos para la construcción de viviendas sociales en Madrid. Ese año corrieron en el Retiro -y ganaron, por supuesto- John Surtees y Carlo Ubbiali, que esa temporada se habían adjudicado los títulos mundiales en las categorías de 350 y 500, y de 125 y 250, respectivamente. Y en sucesivas ediciones, el Premio de Otoño seguirá sirvierndo para apoyar iniciativas solidarias: la Cruz Roja, el Patronato de Huérfanos e Internados Municipales, etc.
El motociclismo, como estamos viendo en estos días, siempre sabe estar del lado de los que sufren. Incluso antes de que Dorna, el promotor del Mundial de MotoGP, anunciara la cancelación del Gran Premio de la Comunidad Valenciana, los pilotos ya le habían marcado el paso: “No estoy dispuesto a correr en Valencia, aunque me cueste el título”, dijo Pecco Bagnaia en Malasia. “Hacer el Gran Premio en Valencia no es oportuno en estos momentos”, aseguró Marc Márquez. Afortunadamente, a pesar de las reticencias iniciales, la organización tomó la decisión más razonable. El último Gran Premio del año es un motivo de fiesta y de júbilo, por eso el Circuit Ricardo Tormo no podía acoger esta cita, por muchos esfuerzos que pudieran realizarse para acondicionar las instalaciones, porque en Valencia, desgraciadamente, ahora no tienen nada que celebrar.
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